Curiosidades del boludeo

Se dice que el puto Beckham, en su demencial búsqueda por el corte de peinado de cabello, ha intentado todo tipo de peripecias. Cuentan por el barrio que una de ellas fue cortárselo él mismo con los ojos cerrados luego de haber ingerido un trago que contenía whiky, dos shummys, media oreo y mugre de la uña del pie gordo del pie de Rover. El resultado fue calamitoso: Cubana a lo Thomas. Para su tranquilidad tenía una maquinita a su lado, pudiendo deshacer el fallido intento. Aún hoy el puto no concilia el sueño pensando y perfeccionando su corte.