Relato de un Naufrago (naufragio en vino tinto)

Todo comenzó el día viernes 8 de agosto del 2008 a las 21hs, una vez llegado del trabajo. Mis padres habían partido hacia una travesía por Belgrano y mi persona quedo solitaria y desahuciada.
Ya eran las 22 hs y tome cartas en el asunto, fui al bazar tailandés y compre unas birras pero mi mirada quedo cautivada por aquel Carcasone, ese vino de color rubí me atrajo y pedía que lo lleve conmigo… Ahí empezó el naufragio mental.
Lo compre, le di un abrazo, lo bebí con una cena a lo Palermo Soho (es decir, cene dos mierdas y nada mas).
Lo único que recuerdo es que la botella estaba vacía y yo solo, bailoteando el cuarteto del potro hacia que mi bocha girara sin rumbo y sentido, no tenia balsa estaba en pelotas… literal porque me iba a bañar para estar listo para la gala.
Después de la ducha escocesa (siempre con la copa de vino en manos) me cambie y volví a la cocina y me baje otra media botella de vino que estaba abierta y oculta por ahí.
Me sentía muy duro, no estaba fumado, nunca fume pero: No conocí el estadio Azteca, pero estaba duro igual.
Se le puede poner otro titulo a la introducción de este cuento: La fiesta inolvidable o mas que nada olvidable porque no recuerdo una bosta!!!
Lo demás ya lo conocen ustedes, porque pueden testificar de mi estado la jefa que llego después de todo lo narrado y un par de amigotes (Thomas, Rover y Glasmenn).

Salud

PD: Pido disculpas publicas a las personas que fueron a D’Jvoo porque no merecían mi ausencia pero espero que puedan comprender. Ojala nunca les pase!!! O si… pero no el día de su cumpleaños.


Saludos cordiales, Ernesto Arriaga.