Ídolos del Boludeo I

Marquitos Di Palma:
Grande por naturaleza. Hace poco tiempo, una investigación rigurosa descubrió y reveló que es el tío Roviralta. Le gusta la boludez de forma innata. Siempre estuvo conciente del significado de la boludez, siempre la defendió a muerte, supo inculcar el boludeo y desfenestrar a aquellos que se interpusieron en su camino. En uno de sus intentos más locuaces por obtener la boludez suprema, voló con su avioneta luego de haber ingerido varios vasos de vodkola. En pleno vuelo, se encontró dormido y cayendo verticalmente. Con lucidez suprema, recordó uno de los consejos que le había dado Zen Zei "Pija Gourda" que siempre le dijo... "Al palo, al palenque". Tomó la palanca con todas la fuerzas que le quedaban (estaba medio en pedo pero de todas formas lo logró). Se salvó de pedo, y a partir de allí predica la palabra del boludeo. Ganó pocas carreras, se piensa que 2 o 3, pero el boludeo no reconoce a los ganadores, sino que a los que logran plasmar en la vida la boludez suprema.