Pobre hombre, no se pudo contener ante una situación risueña, a cualquier le puede pasar. Quién esté libre d epecado que arroje la primera piedra. Después El Daher se enojaba cuando uno se reía por escuchar la tos de Alfredo. Atención la voz gruesa del señor que claramente recuerda el famoso "Que olor a mierda" del Licenciado Giuliano.
lunes, 12 de enero de 2009
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