
Según la reconstrucción que hicieron los medios locales, el 23 de julio, a la tarde, un residente de Long Branch, a unos 200 kilómetros al sur de Nueva York, llamó a la policía para avisar que un "señor anciano con aspecto excéntrico" estaba paseando por su barrio, en una zona pobre de la ciudad, habitada principalmente por minorías étnicas, mirando las casas.
Dos agentes fueron enviados a controlar la denuncia -Kristie Buble y Derrick Meyers-, ambos de 24 años- y se toparon con Dylan, de 68 años y vestido con una campera azul con la capucha levantada, para evitar el agua de lluvia. Ambos admitieron que no conocían al músico, ni su obra.
Según el vocero de la policía local, Dylan les dijo quien era pero los dos agentes no lo reconocieron y le pidieron que exhibiera un documento. Pero el cantautor no tenía ninguno consigo, y explicó que había salido a dar una caminata antes de un espectáculo programado para esa noche en un estadio de la cercana localidad de Lakewood.
Los dos agentes pidieron a Dylan que los acompañe hasta el micro que utiliza para su gira actual, donde les mostró sus documentos. "La verdad es que (Dylan) se portó como un caballero: no se quejó de nada", subrayó el vocero policial.
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