
El hecho había ocurrido en 2005, pero Cindy Corton, una madre de 35 años, aún permanecía con el elemento clavado en sus partes, porque fallaron las distintas intervenciones con las que intentaron removerlo, según el diario Telegraph.
Corton fue sometida a dos intervenciones en 2007, ambas sin éxito, que derivaron en un empeoramiento de la situación, dado que el cepillo se hundió y comenzó a perforarle la pelvis.
La mujer finalmente murió luego de una operación fallida de diez horas que derivó en una pérdida masiva de sangre.
FUENTE: MINUTO TURRO
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