El colegiado, antes de darse cuenta de la gravedad de lo que ocurría y pedir ayuda, le mostró tarjeta amarilla al creer que simulaba.
El jugador, hijo de un famoso jugador croata, era un amateur que trabajaba en una tienda de la ciudad, informa el portal deportivo español Marca.com.
Según fuentes de su club, no había tenido problemas cardiacos antes del fatal desenlace.
Enseguida entraron los médicos, que le practicaron masaje cardiaco y pudieron reanimarlo. Sin embargo, falleció al llegar al hospital.
La noticia consternó a la ciudad y los hinchas llenando de velas el campo donde juega el equipo.
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